Tu mi chiquitita

Tu mi chiquitita, pero que puta soy, A las jovencitas les encanta ser tratadas como putas por sus hermanos. Las zoritas le habían contado su sueño erótico, que eran dos hombres a los que se folaría si su hermano passaba por alí en esse momento. Una vez más el chico acababa con la cara bien corida tras aquela experiencia religiosa. Y eso no fue todo, porque después de aquel vídeo acabó masturbando su coño, pero por supuesto sin dejar de tocar su estrecho ano y su cuerpo perfecto. Los dos jovencitos se estaban emocionando y se estaban poniendo cachondos, pero era demasiado. Se acercó uno de elos a la chica para pajearse mirándola mientras se lo hacía. Estaba más que claro que la estaba penetrando, que al fin y al cabo no iban a penetrarla a pelo, y si lo iban a hacer con sus propias manos. No pararon de darse azotes, hasta que ela comenzó a besarle. Los golpes y la penetración fueron más despacio, no querían que los vecinos pudieran verlos, solo elos. Alí la sentó sobre sus rodilas y empezó a penetrarla lentamente como tanto placer estaba sintiendo en su joven chochito. Al principio le costó un poco más, ya que era una chica realmente pequeñita y manejable con su faldita. Le gustó tanto que finalmente el chico decidió metérsela y comenzó a moverse como de verdad le gustaba hacerlo Chiquitita