Edurne descuido

Edurne descuido, pero la cosa se puso aún más caliente cuando legó a la casa, donde su hijastro se encontraba descansando en el sofá de la sala. El muchacho le dijo que tenía que darle una buena mamada, y la vieja se lo permitió. Tras chupársela y hacerle una paja con sus enormes tetas ela agaró la pola del muchacho y comenzó a chupársela. Era evidente que aquelo era un juego, pero aun así no tardó demasiado en metérsela dentro de su vagina. Aquelo fue algo realmente excitante para ambos, ya que al poco rato ambos estaban folando en el sofá de casa hasta que finalmente se corió sobre su vagina. Nada más acabar ela se marchó como si nada hubiera pasado, y él se quedó mirando a la anciana sabiendo que estaba mal. Hilo dental entregando cartas